En Argentina, solo el 7,4% de las adolescentes de bajo nivel socioeconómico alcanza aprendizajes mínimos en Matemática

La brecha con las adolescentes de sectores más favorecidos es de 7,1 a 1, la más alta entre los siete países analizados de la región. En Lengua, las diferencias también son alarmantes: por cada tres jóvenes de sectores altos que aprenden lo esperado, sólo uno de sectores bajos lo logra.
Buenos Aires, 3 de julio de 2025 – En Argentina, las desigualdades en los aprendizajes entre adolescentes de distintos niveles socioeconómicos son de las más pronunciadas en América Latina. Así lo revela el segundo informe regional sobre desigualdades educativas elaborado por la Escuela de Educación de la Universidad Austral, que aplicó un indicador propio de desigualdad educativa desarrollado en 2024 por las investigadoras Eugenia Orlicki y Cecilia Adrogué.
Este nuevo indicador permite medir cuántas veces más estudiantes de sectores favorecidos alcanzan los aprendizajes mínimos, en comparación con quienes pertenecen a los sectores más vulnerables. Para ello, se considera el 20% de estudiantes con nivel socioeconómico más bajo y se los compara con el 20% con nivel más alto. De este modo, se visibilizan brechas profundas que suelen quedar ocultas en los promedios nacionales.
En este informe, el indicador fue calculado para siete países de América Latina que participaron en PISA 2022: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay. PISA 2022 evalúa a los estudiantes de 15 años en Lengua y Matemática. En base a esos resultados, se analizaron las desigualdades tanto por nivel socioeconómico como por género.
El dato más preocupante para el caso argentino surge al analizar los desempeños en Matemática: sólo el 7,4% de las adolescentes del quintil más bajo alcanza los aprendizajes mínimos, mientras que el 52,9% del quintil más alto sí lo logra. Esta diferencia de 7,1 a 1 no solo representa una profunda desigualdad dentro del país, sino que es la más alta registrada entre los países analizados.
“Las brechas de género y nivel socioeconómico se agravan cuando se cruzan entre sí. Las adolescentes vulnerables enfrentan una desventaja estructural que debe ser abordada con políticas sostenidas y focalizadas desde el sistema educativo”, advierte Cecilia Adrogué, doctora en Economía y coautora del informe.
En Lengua, las desigualdades también son significativas: por cada tres adolescentes de sectores favorecidos que comprenden lo que leen, sólo una de sectores bajos lo consigue. Aunque la proporción es menor a la observada en Matemática, sigue ubicando a la Argentina entre los países con mayor desigualdad educativa de la región.
“El gran desafío es que estas brechas no son nuevas, pero tienden a consolidarse. Nuestro indicador permite visualizarlas en términos comparables, y eso puede ayudar a diseñar políticas más efectivas”, afirma Eugenia Orlicki, investigadora de la Universidad Austral.
El informe, además, destaca que las mujeres menos favorecidas tienen peores resultados en Matemática que sus pares varones, un fenómeno que se repite en todos los países analizados. Por el contrario, en Lengua, las mujeres superan a los varones en todos los grupos sociales.
Estos datos marcan una hoja de ruta ineludible para las políticas públicas educativas en la Argentina: mejorar los aprendizajes es prioritario, pero cerrar las brechas de desigualdad debe ser el eje.
