El chico de Marcos Paz, que tantas veces vistió la camiseta del Torito de Mataderos, Chicago,
estaba caminando entre las montañas de Mendoza, hablando vía celular con este periodista, un poco agitado, pero contento de su presente en un club no tan conocido como Chicago, pero con aspiraciones de llegar al Argentino A. Este confeso hincha de Chicago y Boca Juniors dialogó con este medio, Leo Ramos, un nueve que tiene muchísimo por dar al fútbol de AFA y que sueña con ponerse la camiseta de algún club de primera división.
«Estoy parando en la casa de mi tía en Guaymallén, Mendoza, está mi señora y mi nene. Me llegó una propuesta de Chile, me llamaron de un equipo de Buenos Aires, de la C. Tengo una prueba en Independiente de Rivadavia, pero por ahora disfruto de este presente en Huracán de Las Heras (Mendoza), que está en el Argentino B y con pretensiones de ascender», señaló Ramos, el chico del barrio Nuestra Señora de la Paz, que hasta hace poco era jugador de Chicago.
En un diálogo telefónico, Ramos piensa siempre en el progreso futbolístico, y «en este trabajo nunca sabés donde podés terminar, si jugando Nacional B, o primera, o yéndote a otro país. Pero seré siempre agradecido a todas aquellas personas que hoy hacen que mi carrera se desarrolle sin obstáculos. No sólo a mi familia, sino a quienes desde muy de abajo me apoyaron desinteresadamente, como José Alegre, que siempre me dio una mano cuando la necesité», cuenta el centrodelantero de 22 años.
Desde hace 3 meses Leo llegó a Huracán de Mendoza, está rindiendo bien, y lo tienen en cuenta en el primer equipo como recambio permanente, ya que el delantero titular está en muy buen nivel. Desde Guaymallén hasta Las Heras, Leo recorre quince minutos en auto para llegar a entrenar.
Debutó en Chicago, pasó por el Porvenir, después otro año en Chicago, pasó por Lamadrid y luego retornó a Chicago, donde no le dieron la continuidad y la confianza que necesitaba para desarrollar su fútbol, y luego, como jugador libre, desembarcó en Huracán de Mendoza.
«Más allá de la pasión que siento por Chicago, tampoco es fácil para probarse en clubes de primera, ya que fue siempre estuve con contrato. Los contactos ayudan, pero para llegar a primera hay que demostrarlo. A veces uno jugando en la B es más difícil llegar a la primera A, pero no hay que olvidarse que Caruso Lombardi (hoy DT de San Lorenzo) convoca gente del ascenso para reforzar los planteles de primera en los que estuvo dirigiendo. El apoyo de la familia está, y si me tengo que ir a Chile no tendría drama en mudarme», cuenta satisfecho, por el interés de un club importante del país trasandino.
«En Huracán estábamos por descender y logramos un cambio enorme, ahora estamos jugando por el ascenso, casi 5 mil personas nos vienen a ver todos los partidos, de local. Hay gente acá en Mendoza que dice que nuestro equipo es el que más gente lleva, por pasión, por encima de Godoy Cruz e Independiente de Rivadavia. Normalmente acá los árbitros son muy tendenciosos, a veces hay partidos que los definen ellos. Desde que llegué acá hay muchos arreglos acá, se conocen mucho y no siempre jugamos contra un solo rival, por ello es doble el esfuerzo que hay que hacer para ganar los partidos», finalizó Leo.