Desde aquel 13 de marzo de 1993, donde el “último tren a Marcos
Paz” arribó a las 19.51 a la estación Trocha, ya cuando anochecía, pasaron mil historias, promesas y mucho vacío y abandono. Desde robos de vías, rieles y durmientes, hasta el asomar de los pastizales, el triste y desolador paisaje y la resignación de perder un medio de transporte muy útil para la comunidad, evitando el Sarmiento y sobre todo, la congestionadísima ruta 40.
Veintiocho años hubo que esperar para que hoy los marcospacenses puedan subirse a una formación nueva, con una capacidad de 170 pasajeros final por tren, que contará con furgón para bicicletas y podrá ser utilizada, por el momento, en dos horarios por la mañana hacia González Catán y dos de regreso hacia Marcos Paz.
En el único lugar donde el pasajero hace transbordo es en Catán precisamente, donde espera 5 minutos y se sube a una formación totalmente vacía, hasta llegar a ciudad de Buenos Aires: por ahora es la estación de Saénz Peña (luego del viaducto será Constitución), puede conectar con la línea H del subte.
El 29 de julio de 2021 aún sobre andenes provisorios pero con la predisposición de que se recompongan cuanto antes, el servicio volverá a circular.
En conferencia de prensa, el intendente Ricardo Curutchet informó que a partir del 29 de julio entrará en vigencia el primer cronograma para hacer operativo el servicio con andenes provisorios y que éste se irá ampliando con el tiempo.
La estación será puesta en valor “para mantener la parte histórica con el espacio cultural y el museo” en homenaje a Braian Toledo. Asimismo, la gestión está pensando un nuevo proyecto de turismo local para recuperar “las viejas trochitas” y ofrecer un recorrido histórico entre Marcos Paz y Villars.
Fueron “muchos años de espera y creo que el algo importante para toda la comunidad”, manifestó el intendente.
No sólo se trabaja en los paso a niveles sino en los puentes, alcantarillas y desde Trenes Argentinos informaron que se hacen trabajos constantes de la adecuación de las vías.
Mariano Plaza